jueves, 25 de agosto de 2011

Uno de Viejitos

    Tres viejecitos estaban conversando en un asilo de ancianos, cuando el primero les comenta a los otros dos:
- Hay que ver lo que son los años... yo, que ya tengo 70 cumplidos, me levanto a las 7 de la mañana con unas ganas tremendas de orinar, pero nada… me paso el día entero queriendo hacerlo y no puedo…

- Pues eso no es nada. -comentó el segundo- A mis ochenta años de edad, yo me levanto a las 8 de la mañana y lo primero que hago es tratar de cagar… pero tampoco puedo… Y es que no hay manera, oye… Y así me paso el día entero sin poder hacer nada tampoco…

- Pues lo mío es peor… -comentó el tercero- Yo, a mis 90 años, orino todos los días a las 7 de la mañana y luego cago a las 8… y después, sin ningún apuro, me despierto a eso de las 9…



El Mago y el Loro

Había un mago que trabajaba en un barco y tenía un loro parlanchín, que siempre que hacia magia lo llevaba encima del hombro.  En una actuación esto fue lo que ocurrió:
- ¡¡¡¡Señoras y señores con ustedes El Mago "Monchi" con su loro Pedro!!!!. (APLAUSOS)

     En esto sale el mago y empieza a hacer sus trucos. En el momento en que mete un reloj en el sombrero y saca un conejo, dice el loro:
- ¡El reloj está debajo de la mesa!

 El mago se encabrona, pero igual no dice nada y continúa con el show.  Otro truco: El mago pone a una chica en un baúl y la hace desaparecer, cuando dice el loro:
- La chica se ha ido por la puerta que está debajo de la mesa!

    Otra vez, el mago se vuelve a encabronar como  nunca. En esto llega una tormenta, el barco se hunde y sólo sobreviven el mago y el loro.  Pasan días y días y el loro no dice nada. El mago dice:
- ¡Habla ahora, cabrón chismoso  ¿Porqué no hablas?
El loro seguía callado.
     Al cabo de una semana dice el loro:
-¡¡¡Me rindo, dime donde chingaos escondiste el barco.!!!!

viernes, 5 de agosto de 2011

El Hipo de Madre

Una monja va al médico con un ataque de hipo que ya le dura un mes.

- Doctor, tengo un ataque de hipo desde hace un mes que no me deja vivir. No duermo, no como, ya me duele el cuerpo de tanto movimiento compulsivo involuntario.

- Tiéndase en la camilla, hermana, que la voy a examinar – dice el médico -.

La examina y le dice:

- Hermana, está usted embarazada. La monja se levanta y sale corriendo de la consulta con cara de pánico.

Una hora después el médico recibe una llamada de la madre superiora del convento:

- Pero Doctor, ¿qué le ha dicho a la hermana María?.

- Verá madre superiora, como tenía un fuerte ataque de hipo, le di un susto para que se le quitara y supongo que ya se le habrá quitado, ¿no?.

- Sí, a la hermana María se le ha quitado el hipo,
pero el cura se ha tirado del campanario.

El Granjero y la Viuda

Un campesino lleva su camioneta al pueblo y el mecánico le dice que tiene que dejarla hasta el día siguiente, así que decide regresar caminando a su granja, que no queda lejos.
      En el camino pasa por la ferretería y compra un balde y un tarro de pintura. Allí, un vecino le entrega dos gallinas y un ganso que le debía. Ahora nuestro granjero tiene un problema: cómo llevar todo a casa caminando. Mientras piensa cómo hacer, se le acerca una mujer y le pregunta cómo llegar a la granja de los González; el campesino le dice que va en esa misma dirección, y que si no tuviera que llevar esa carga la acompañaría.
      La señora dice:
-¿Por qué no pones la lata de pintura en el balde? Lo llevas en una mano; te pones una gallina debajo de cada brazo y llevas el ganso en la otra mano…

El granjero lo hace así y comienza a acompañar a la mujer. En un momento le dice:
- Conozco un atajo, que nos saca del camino principal, pero nos ahorramos un kilómetro.

     La mujer lo mira con desconfianza y responde:
- Soy una viuda solitaria sin un hombre que me defienda. ¿Cómo sé que no me vas a llevar por el medio del campo, me vas a poner contra una tranquera y vas a abusar de mí?

-¡Pero señora! Aun cuando quisiera, ¿cómo hago? Llevo un balde, una lata de pintura, dos gallinas y un ganso. ¿Cómo hago para apretarla contra la tranquera y abusar de usted?

- Pones el ganso en el piso, lo cubres con el balde, colocas la pintura encima del balde, y yo te aguanto las gallinas…

miércoles, 3 de agosto de 2011

El Origen de la Palabra Anfitrión

     En la mitología griega, Anfitrión era el marido de Alcmena, la madre de Hércules. Mientras Anfitrión estaba en la guerra de Tebas, el dios Zeus se acostaba con Alcmena, noche tras noche, tras lo cual, ella quedó embarazada.
Con el embarazo de Alcmena, se creó un gran alboroto porque, evidentemente, Anfitrión dudó de la fidelidad de su esposa.
Al final todo fue aclarado por Zeus y entonces Anfitrión se puso contento por ser el marido de una mujer escogida por el dios Zeus para tener sexo.
De aquellas noches de amor nació el semidios Hércules. A partir de ese momento, el término "anfitrión" pasó a tener el sentido de "aquél que recibe en su casa". Por lo tanto, anfitrión es sinónimo de cornudo tranquilo, pendejo y feliz.

Resumiendo:
Cuando alguien le diga que Usted es un buen anfitrión, mándelo a chingar a su madre y por las dudas, esté atento y vigile a su vieja, no vaya a ser que algún "Zeus" esté atendiéndola y al rato ande Usted feliz de la vida manteniendo varios pequeños Hércules en su casa y de paso sonriéndole a la puta de su mujer..!

Demasiada cultura puede ser un problema, jajajajaja