Cuentan que se encontraban dos cubanos una noche a la orilla del mar disfrutando de una hermosa Luna llena en Noche Buena, cuando de pronto ven pasar volando un trineo jalado por varios renos, y dirigidos por un señor regordete, muy simpático de barba blanca y vestido de rojo. Uno de los cubanos exclama:
- ¡Mira, Papá Noe...!!
A lo que el otro cubano responde:
-¡Pue, mamá Tampoco...!!!
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