Un día una chica le dice a su enamorado:
- ¿Por qué no le dices a mi padre para que nos casemos?
A lo que el enamorado contesta:
- ¡Está bien!
Cuando llega el día de la pedida de mano el padre de la chica le pregunta al joven:
- ¿Y usted cuánto gana?
- Bueno, responde el muchacho, yo gano 500 pesos a la semana...
Entonces, el padre exclama:
- ¡Eso no le alcanza a mi hija ni para el papel higienico!
Entonces, el joven ofendido se va de la casa, y cuando se va, la chica sale por la ventana y le dice:
- ¡¡Carlos, ¿Por qué te vas?!!
El joven se voltea, la mira, y le dice:
¡Adiós, cagona!
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