lunes, 2 de agosto de 2010

El Timbre

Una viejita esta afuera de una casa queriendo tocar un timbre, pero ella no lo puede tocar porque no lo alcanza, de repente llega un señor y muy amablemente se ofrece:


- Señora, buenos días, ¿En qué puedo ayudarle?

- Por favoorr jooven, aayudeme a tocarr el timbree.

- Señora, con mucho gusto, le respondió.

- Ya señora, y ¿Ahora qué?

La viejita le responde:

- ¡¡A CORRER...!!
 

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