Están tres náufragos solos en una isla desierta y se encuentran una lámpara maravillosa. Conocedores de las leyendas que encierran estas cosas, no dudan en frotarla: ¡¡¡ZaZ!!! que aparece un genio.
El genio les dice, que por haberlo liberado de su cautiverio, les va a conceder un deseo a cada uno.
Los náufragos brincan de alegría, pues por fin han encontrado su salvación y el fin de sus penalidades.
El primero dice:
- Deseo irme con mi familia y amigos.
- ¡¡¡Concedido!!! - y envuelto en una ágil nube, el náufrago desaparece.
El segundo dice:
- Yo también deseo irme con mi familia y amigos.
- ¡¡¡Concedido!!! - otra nube igual lo envuelve y el náufrago desaparece.
El tercero, se dispone a pedir su deseo, no sin antes echar una última mirada a lo que fue su morada durante tanto tiempo, la nostalgia y la melancolía lo invaden cuando ve por última vez el hermoso atardecer en el horizonte: ¡¡¡Como desearía que mis amigos estuvieran aquí para ver esto....!!!
- ¡¡¡CONCEDIDO!!!
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