sábado, 31 de julio de 2010

La Reencarnación

     Un hombre va al cielo y le preguntan:
- ¿Nombre y apellidos?
- Alvaro Infante
- ¡Vaya por Dios, no me aparece en pantalla!
- Pero, ¿Y eso?, si yo he sido muy bueno, muy bueno.
- Pues no sé, va a tener usted que pasar por el infierno.
- Pero, no la friegue, si yo...
Nada, nada, ya le digo que su nombre no aparece en la pantalla, y por favor no nos interrumpa que tenemos mucho trabajo...

Llega al infierno:

- ¿Nombre y apellidos?
- Alvaro Infante
- Uhm, no aparece en pantalla, va tener usted que pasar por el purgatorio.
- Pero oiga, ¿Qué dice?
- Sí, sí y además no me entretenga, ¿No ve que estoy ocupado?
 
Llega al purgatorio.

- ¿Nombre y apellidos?
-Alvaro Infante
- No, no parece en pantalla, tiene usted que reencarnarse. Puede elegir entre un rinoceronte del Congo o una gallina andaluza.
- Pero...
Ni pero ni leches, a reencarnarse ya mismo.

De repente Alvaro aparece en una granja (convertido en gallina) entre otras dos gallinas.
- Y ustedes, ¿También reencarnarón?
- Sí
- ¿Y aquí, qué hay que hacer?
- Pues poner huevos.
- ¿Y eso?
- Sino te pasan a la sala de despiece.
- ¿Y cómo ponen huevos?, yo no he puesto huevos en mi vida.
- Pujando.
- ¿Pujando?
- Sí, sí, sí, puja.
- ¡Gghrmhnrrrmeegrnmnmgreggmmh...! ¡Oh, cierto, ya siento que pongo un huevo...!
¡Alvaro! ¡Alvaro! ¡Despierta que te estas cagando!

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