Este es uno de mis chistes favoritos, de lo más romántico que he escuchado en los últimos seis meses. Ahí les vá:
En un bote a la deriva, se encontraban unos náufragos que tenían varios días sin comer. De improviso, uno de ellos saca su cuchillo y comienza a gritar desesperado:
- ¡Me muero de hambre, ya no puedo más! ¡Me voy a cortar el pene y me lo voy a comer!
Sus compañeros, alarmados al ver que está a punto de mutilarse, le ruegan:
- ¡Piensa en tu novia, piensa en tu novia!
El tipo, conmovido por las palabras de sus compañeros, suelta el cuchillo diciendo:
- Tienen razón...no me lo cortaré...
- ¡¡¡No, cabrón, piensa en tu novia para que se te pare y nos alcance para todos!!!
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