miércoles, 21 de julio de 2010

Uno de Martita y Chente

Creo que la siguiente historia nos hará suspirar a más de uno por la nostalgia de recordar, a la que creo yo, es una de las parejas presidenciales más carismáticas en la historia de México. ¿Como olvidar a Chente con sus ocurrencias?, ¿Como olvidar aquella sutileza ranchera de decirle a Fidel Castro en plena Cumbre de la Organización de Naciones Unidas: "...¡Comes y te vás...!", para dejarle su lugar al nefasto Bush y quedar bien con los gringos...? y otras tantas y tantas "chentadas" que hicieron que de aquella promesa de Cambio quedara solamente en una triste Morralla.

     Cuando leí la siguiente historia, y conociendo a sus protagonistas, me quedé con la duda si en verdad se trataba de un chiste o una historia de la vida real...



     El Presidente Fox y su esposa Martita, fueron invitados a España...Palacio real. Cena de celebración del cumpleaños de Su Majestad el rey Juan Carlos I. Asisten a la cena personalidades de la realeza y de la política de varias partes del mundo.

     Mientras que los invitados se sientan a la mesa, deslumbrados por el lujo de la mesa, Ana Botella ( la sra. de Aznar) le dice a su marido:
- ¡Ay, JoseMari!, mira que cubiertos más monos, de oro puro con brillantes y esmeraldas incrustados. ¡Anda, porfa, cógeme uno de recuerdo! Yo tengo que tener uno de esos en mi casa.
- Pero, Ana, por favor...
- ¡¡¡Ni por favor, ni leches!!! Tú me coges un cubierto ahora mismo.
- Bueno, bueno, no te pongas así...
     Entonces el presidente de España, disimuladamente, toma un cuchillo y se lo guarda en la bolsa del pantalón.
     Justo enfrente del matrimonio Aznar, se encontraban al otro lado Vicente Fox y Martita, quienes vieron la faena. Martita, envidiosa, le dice a su marido:
- Anda, Chente, cariño, vuélate tú uno para mi.
- Pero, Martita, por Dios, ¿Como voy a hacer eso?
- Que yo quiero uno; si la Botella va a tener uno, yo también. Y no me discutas.
- Bueno, lo que tu digas...
     Así que con el mismo disimulo que Aznar, Fox se dispone a coger el cuchillo, pero su mano se atonta y el tembleque lo traiciona con tan mala suerte que el cuchillo golpea varias veces una copa...¡CLINK! ¡CLINK! ¡CLINK!
     Se hace un silencio, y Fox, azorado, se levanta, y para salir del paso alza la copa y dice:
- ¡Presentes y presentas! ¡Invitados e Invitadas! Brindemos por su majestad, el rey Don Juan Carlos, porque cumpla muchos años más. ¡¡¡Felicidades, Majestad!!!
     Todos brindan y Fox se sienta aliviado.
- ¡De verdad, Vicente, qué torpe eres! Pero yo no me quedo sin mi cuchillo, así que ya te lo vas guardando a ver en dónde.
- Pero, Martita, cariño, ya ves que no puedo. Déjalo sobre la mesa y ya.
- ¡Que no, que no y no! Que la Botella tiene su cuchillo y yo también quiero uno.
- ¡Ufff, de verdad, mira que te pones pesadita! Pero en fin, la verdad es que el cubierto es valioso...
     Así que , otra vez, se dipone a coger el cuchillo, pero nuevamente su mano le traiciona y vuelve a golpear una copa...¡CLINK! ¡CLINK! ¡CLINK!
     Una vez más, se hace un silencio sepulcral, por lo que Fox tiene que ponerse de nuevo en pie y dice:
- ¡Presentes y presentas! Brindemos por su majestad, la reina Sofía. ¡¡Por ser tan buena anfitriona y estar tan guapa!! ¡¡¡Sofía, guapa!!!
     Todos brindan y Chente se sienta de nuevo aliviado.
- ¡¡¡Eres un inútil!!! ¡No eres capaz de chingarte ni un miserable cuchillo para mi!
- Pero es que...
- ¡Ni es que, ni nada! ¡Quiero mi cuchillo! y lo quiero ¡HOY, HOY y HOY!
- Pero no puede ser, ya ves que mi temblorosa mano no me lo permite...
- ¿Que no te lo permite? Pues ya te lo puede ir permitiendo, porque como no me consigas el cuchillo ahora mismo, te monto un espectáculo aquí, delante de todo el mundo.
- ¡No seas méndiga, no se vale, no seas así...!
- Ni así, ni nada. Ya me lo puedes ir guardando. Y como metas la pata, suelto delante de todos que me divorcio de ti por impotente.
     Así que Chente Fox, ante la furia de su mujer, decide volver a intentarlo, pero...¡CLINK! ¡CLINK! ¡CLINK!
     Silencio total, sudores fríos recorren su frente. Se pone en pie, y viendo la cara de sargento mal pagado de su esposa dice:
-¡Chiquillos y Chiquillas! Permítanme que les haga un truco de magia.
     Todo mundo muy atento...
- ¿Ven este cuchillo que tengo en mi mano...? Pues lo voy a desaparecer. Lo introduzco en mi chaqueta, doy unos pases mágicos y...¡FLUS! ¡FLIS! ¡FLAS!
     ¡A VER AZNAR, MIRATE LA BOLSA DE TU PANTALON!

1 comentario:

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